Desde CiberIntocables realizamos durante el mes de abril una encuesta sobre ciberacoso entre casi 300 personas para conocer su opinión y experiencia acerca de diferentes aspectos del ciberacoso a través de doce preguntas sobre el sexting, el ciberbullying o el grooming. Conseguimos un total de 281 respuestas por parte de los encuestados, con unos resultados que exponemos a continuación.
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Los jóvenes, conectados diariamente a Internet
En primer lugar, cabe destacar la gran cantidad de horas que dedican los jóvenes de entre 12 y 24 años a internet cada día. El 52,7% de los encuestados afirman estar más de 3 horas conectados en la red, frente al 22,9% que dedica menos de dos horas al día a navegar por internet. En cuanto a las redes sociales más utilizadas, destaca, por encima de todas, Facebook. Instagram y Youtube, dedicadas ambas a contenido multimedia, se alzan con la segunda posición al ser utilizada exactamente por el mismo número de jóvenes. Detrás de ellas le siguen Twitter, Snapchat y Pinterest.
Alarmantes cifras sobre ciberacoso entre jóvenes
Las cifras relativas al ciberacoso resultan alarmantes, ya que más de un tercio -35,59%- de todas las personas que han respondido a la encuesta afirman haber sufrido algún tipo de acoso en la red, cifra que aumenta hasta el 40,3% en los jóvenes de entre 12 y 24 años. Esto evidencia la urgente necesidad de conseguir importantes cambios de inmediato y una buena educación en internet para saber cómo actuar y prevenir el ciberacoso, así como información imprescindible para evitar acosar en la red a otras personas.
A los encuestados les preguntamos qué acciones de las que les proponíamos consideraban que eran ciberbullying. Sin embargo, ha quedado patente en esta encuesta sobre ciberacoso que no todos los jóvenes saben detectar correctamente qué situaciones son propias del acoso en la red. Aunque la gran mayoría de jóvenes, 93,5%, acierta al considerar como ciberbullying “enviar constantemente amenazas a través de las redes sociales”, también hay un elevado porcentaje de encuestados, 78,1%, que reconoce, equivocadamente, como acoso el hecho de enviar un insulto a una persona por internet. Esta acción no podría considerarse como tal, puesto que no hay repetición en ella.
El resto de opciones que se les daba a los encuestados sí eran, al igual que la primera mencionada anteriormente, acciones propias de ciberbullying. Sin embargo, no todos las consideraban como tal. Como primera opción estaba “enviar constantemente amenazas a través de las redes sociales”, antes de “chantajear a una persona a cambio de no difundir determinado contenido” -88%-, que puede estar relacionado con la sextorsión si el contenido es de índole sexual. Tres cuartos de los encuestados acertaban también al contestar que “publicar fotografías de terceros sin su consentimiento” -70,6%- y “acceder a las cuentas de otra persona sin su permiso” -76,6%- también eran actos de ciberbullying, estando relacionado el último, a su vez, con un acto propio de la ciberviolencia de género dentro de las redes sociales.
Los jóvenes saben qué es el sexting
Preguntados por el sexting, el 60% de los jóvenes conocía lo que era. La mayoría -66,9%- consideraba acertadamente que no se trata de una práctica propia del ciberacoso, aunque las consecuencias que puede traer esta sí pueden serlo. Otro 25,6% de jóvenes afirma que el sexting es un tipo de ciberacoso desde el mismo instante en que se envían imágenes comprometidas. Solo un 3,3% de los jóvenes encuestados considera que la culpa la tiene la víctima, diciendo que no se trata de un tipo de ciberacoso, ya que “el emisor de las imágenes se lo ha buscado”. Sin embargo, tanto estos últimos como los que consideran que el sexting lleva obligatoriamente a problemas derivados del ciberacoso están completamente equivocados.
El acoso no proviene del propio sexting, ya que el envío de imágenes comprometidas no conlleva obligatoriamente algún tipo de acoso. El problema puede surgir con el descontrol que se produce una vez enviado el contenido por internet. Cuando los vídeos, las imágenes o cualquier otro tipo de material salen del dispositivo del emisor, este pierde todo el control del mismo. Ese contenido puede llegar a otras personas a través de diferentes métodos, como crackeos, robo de dispositivos, publicación en redes sociales, envío a otras personas… de manera que puede llegar a un público amplio que sigue enviándolo constantemente.
¿Cómo actúan los jóvenes ante el sexting?
Si los jóvenes recibieran imágenes comprometidas de gente que conocen, tienen claro lo que harían, tomando, en la mayoría de los casos, actitudes activas con las que evitar que las imágenes sigan propagándose. Aunque lo primero que haría el 54% de los encuestados sería borrar inmediatamente el contenido, el 53% de esta encuesta sobre ciberacoso le contaría enseguida al afectado, independientemente de quien sea, lo sucedido. Solo el 12% lo denunciaría en la policía y el 18% en redes sociales si se hubiesen publicado ahí las imágenes.
También cabe resaltar las cifras de jóvenes que tomarían actitudes para participar activamente en el envío de las imágenes, ya que, aunque son bajas, en el fondo siguen siendo más elevadas de lo que deberían. 8 personas en total se las reenviarían a sus contactos e, incluso, 4 lo difundirían en redes sociales, recurriendo, de esta manera, en un delito al publicar imágenes comprometidas de terceros sin su consentimiento. Hasta un 7% de los encuestados no realizarían ninguna acción en caso de recibir alguna imagen de este tipo.