Qué es el Ciberacoso

El ciberacoso es uno de los principales males presentes en la sociedad actual debido al auge y la consolidación de las nuevas tecnologías, especialmente entre los más jóvenes. Existen diferentes formas en las que el ciberacoso puede llegar a manifestarse, tales como el grooming, la ciberviolencia de género o la sextorsión. Debido a los diferentes tipos de acoso en internet, se hace necesario conocer qué es el ciberacoso.

A qué podemos llamar ciberacoso

El ciberacoso tiene múltiples definiciones y diferentes formas de manifestación. El grooming o la ciberviolencia de género son algunas de ellas y de las más presentes en la red. Todas ellas se engloban dentro de la denominación de ciberacoso.

Podemos considerar al ciberacoso como toda forma de acoso o violencia siempre que se produzca dentro de las fronteras de internet. El acosador, que puede ser de la misma edad que la víctima o incluso un adulto que persigue a menores de edad, realiza esas actividades acosadoras de forma totalmente intencional y con voluntad de producir daño en la víctima. Ese acoso puede ser público, pudiendo actuar más personas en dichas acciones, o bien puede quedarse en la esfera privada.

En cualquier caso, se hace necesario contar desde el primer momento con la ayuda de un experto o un adulto –como los padres-, que podrán suponer un gran apoyo para combatir el ciberacoso de forma totalmente efectiva, y tomar medidas contra estas acciones de acoso.

Consecuencias del acoso en internet

El ciberacoso, al igual que puede manifestarse de múltiples formas, también puede traer diferentes consecuencias y efectos en las víctimas. Se necesita una educación de calidad dirigida a los jóvenes en el ámbito del ciberacoso para que todos sepan qué consecuencias puede suponer el acoso en internet en las víctimas, ya que muchos acosadores no son conscientes de los efectos que pueden suponer estas acciones, y qué es el ciberacoso.

Cada tipo de ciberacoso puede suponer una o varias de las diferentes consecuencias. Las dos primeras son las que se pueden producir de forma directa con el ciberacoso. Las dos últimas solo se producen cuando el acoso en internet se extiende previa o posteriormente en el mundo físico.

  • Psicológicas: este tipo de efectos pueden ser los de mayor gravedad, desembocando en diferentes manifestaciones como depresión por parte de la víctima desconfianza hacia las personas, aislamiento, pérdida de la autoestima, alteraciones en el sueño y la alimentación… La familia y el círculo de amigos de la víctima pueden detectar este tipo de situaciones cuando observen cambios bruscos y repentinos en esta persona. Lo mejor que se puede hacer en estos es darle la mayor confianza posible y apoyarle en todo momento para solucionar el problema al que se está enfrentando.
  • Sociales: este tipo de efectos sobre todo se observa en la conducta de la víctima, generándose ciertas actitudes de desconfianza hacia el resto de las personas, incluso dentro de la propia familia. Aunque también puede tener ciertas consecuencias, como el aislamiento social debido a contenidos divulgados públicamente sobre la víctima que hace que sea rechazado por un círculo social, o por el apoyo del resto de personas al acosador, conductas bastantes comunes especialmente en niños. Para solucionar dichas conductas, lo mejor que puede hacer la víctima es contárselo a un adulto con el que se tenga confianza para poder solucionar el problema cuanto antes
  • Físicas: cuando el acoso se extiende al mundo físico, el acosado puede ser víctima de abusos físicos por parte de el/los acosador/es. En general, este tipo de acoso lo llevan a cabo grupos de acosadores después de llevar a cabo acciones de acoso dentro de la red. Para evitar este tipo de consecuencias, lo recomendable es no acudir nunca a encuentros pedidos por el acosador. En cualquier caso, lo mejor es comentárselo a un adulto para que tome las medidas pertinentes para poner solución a ese tipo de acoso.
  • Sexuales: es una de las consecuencias principales de tipos de acoso como la sextorsión o el grooming. Las intenciones de los acosadores en ambos casos son de tipo sexual, por lo que pueden llegar a obligar a las víctimas a realizar acciones de esta índole a cambio de diferentes acciones, como no difundir un determinado contenido. En el caso del grooming, el acosador será un adulto –por lo que podría entrar en prisión por un delito de abuso sexual y pederastia-, mientras que en la sextorsión, el acosador puede ser de cualquier edad. En ambos casos, es imprescindible acudir a la policía a denunciar este tipo de actos –aunque aún no se hayan producido-, ya que detrás de este tipo de acoso pueden esconderse personas que persigan a un mayor número de jóvenes. Por ello, es necesario denunciar con el fin de acabar con este tipo de acoso y con estos delincuentes.

Otros efectos del acoso en la red

Como consecuencia de los anteriores efectos generales explicados en el punto anterior, pueden surgir otro tipo de efectos como:

  • Cambios en la forma de ser
  • Problemas con el entorno
  • Ansiedad, estrés, fatiga…
  • Trastornos digestivos y problemas en la alimentación
  • El acoso puede quedar expuesto de forma pública, de manera que más personas pueden participar en esos actos delictivos, o se difunde contenido de la esfera privada de la víctima.
  • El acosador: sus consecuencias serán de otro tipo totalmente diferente. Al haber sido autores de actos delictivos e ilegales, deberán actuar legalmente como responsables de dichos actos, pudiendo conllevar penas de cárcel en función de la gravedad del acoso.

Cómo actuar ante el ciberacoso

Desde el primer momento, lo mejor es mantener la calma y buscar apoyos en una persona adulta o experta en la materia que pueda proporcionar ayuda y una solución inmediata. Siempre es peor enfrentarse a cualquier tipo de acoso en solitario, siendo totalmente recomendable e importante que alguien ofrezca su ayuda para conseguir acabar con esta situación.

También es de vital importancia que, desde el primer momento, se guarden todas las pruebas posibles del acoso que se está recibiendo de forma que quede constancia de todas las acciones que está llevando el acosador. De esta forma, en el siguiente paso, al denunciar esta situación ante la policía, se podrá demostrar todo aquello sobre lo que se le acusa.

Puesto que puede llegar a ser un proceso en el que pueda predominar el estrés o el miedo, se recomienda mantener la calma y buscar apoyos necesarios para hacer más llevadero el proceso hasta acabar con el acoso en internet. Si necesitas más información sobre cómo solucionar una situación de ciberacoso, visita el apartado de Soluciones al acoso en internet de CiberIntocables.

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